• CASTELLANO
  • CATALÀ
  • FORO
  • PSICOLOGIA
  • LOGOPÈDIA
  • REFORÇ ESCOLAR
  • TALLERS I CURSOS
  • BLOG
  • EL CENTRE
  • QUI SOM?
  • ON ESTEM?
  • CONTACTE

Nombre: Centro Nanda

 Dirección: Carrer Mont                          Blanc, 37-39,

                  08207 Sabadell

                    Barcelona

 Teléfonos: 93 013 67 47 

                  655 811 696

 Mail: info@centronanda.es

 

Redes sociales

Facebook: 

https://www.facebook.com/centronanda.es/

 

Twitter: 

https://twitter.com/centronanda

 

Google+:

https://plus.google.com/u/0/101539651950244090064/posts

 

Centro Nanda
Adicción a internet
Centro Nanda en Doctoralia Doctoralia España

sáb

27

abr

2013

DEPRESIÓN

Leer más 0 comentarios

jue

07

feb

2013

EL HOMBRE Y LA HORMIGA

Leer más 1 comentarios

mar

05

feb

2013

TRANSICIONES

Leer más 9 comentarios

vie

01

feb

2013

LA FRESA

Leer más 0 comentarios

jue

31

ene

2013

LA ASERTIVIDAD

Leer más 0 comentarios

BLOG DEL CENTRE NANDA

 

 

VOLS LLEGIR MÉS ARTICLES??

 

Entra al blog del centre Nanda, clicka aqui

 

Aquí us deixo per començar a mirar....

sáb

27

abr

2013

DEPRESIÓN

Todos en un momento u otro de nuestra vida podemos sentirnos, durante períodos cortos de tiempo, tristes, decaídos… pero, estos sentimientos suelen ser pasajeros y desaparecer en unos días. El problema viene cuando estos síntomas van permaneciendo en el tiempo e interfieren con nuestro quehacer diario, causando dolor tanto para quien la padece, como para quienes se preocupan por la persona. Sin darnos cuenta muchas veces, acaba derivando en una depresión, caracterizada por ser un trastorno del estado anímico en el cual se tienen sentimientos de tristeza, de culpa, pérdida de interés o placer, ira, frustración, abatimiento, infelicidad, pueden aparecer trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración, baja autoestima… Así como afectar a los pensamientos, la perspectiva y el comportamiento de la persona.

Todos estos sentimientos provocan una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana, denominado en términos psicológicos, anhedonia.


Estar deprimido es algo más que estar triste o que llorar mucho, o aun más severo que estar cansado. Aun cuando los tres tipos de situaciones están presentes en las manifestaciones que tiene una persona con depresión.

 

En la depresión, se suelen observar problemas para dormir, sueño inquieto y despertares frecuentes, que hacen que el paciente se incorpore con frecuencia en la madrugada, siendo muy difícil el re-iniciar su sueño; presentar además fatiga y una sensación de pérdida de energía, que se manifiesta con una gran dificultad para empezar la mayoría de las acciones que habitualmente realizaba fácilmente, como por ejemplo, una ama de casa que tiene problemas para hacer cosas tan comunes a ella como el arreglo de su hogar y aun más, el arreglo personal. Es habitual que se produzca una disminución importante en el apetito, lo cual lleva a la persona a bajar de peso, así como problemas de concentración y memoria. Otro de los apetitos, que disminuye de manera importante, es el deseo sexual, lo que suele tener cierto impacto en sus relaciones interpersonales, principalmente en el área de pareja. Si la persona está sumida en una depresión profunda, puede llegar a presentar ideas de muerte, que pueden ir de ya no querer estar vivo, hasta la “maquinación” de su propia muerte, que en ocasiones, se llevan a cabo.

Cuando una persona sufre de depresión, el mundo parece sombrío, y los pensamientos de esa persona reflejan la desesperación y el desamparo que siente. Las personas con depresión tienden a manifestar pensamientos negativos y autocríticos. Algunas veces, más allá de su valor real, las personas con depresión pueden sentirse inútiles y no queridas, por ello se produce la disminución o pérdida de la autoestima.


La depresión puede nublarlo todo y hacer que hasta los pequeños problemas parezcan abrumadores. Las personas deprimidas son incapaces de ver un futuro brillante y se sienten sin fuerzas para cambiar las cosas para mejor. Pueden sentir deseos de darse por vencidos. Pueden llorar por cosas sin importancia o incluso sin ninguna razón.


A causa de sus profundos sentimientos de tristeza y de su poca energía, las personas con depresión a veces se alejan de las personas que los rodean o de las actividades que alguna vez disfrutaron. Esto sólo hace que se sientan más solos y aislados, lo cual empeora su situación. Se convierte en un círculo vicioso muy difícil de romper.


La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente, de manera que dificulte el desempeño de las tareas del día a día, así como ir fluctuando en el tiempo, temporadas con estado de ánimo depresivo y temporadas más estables.


Este estado no es algo que de pronto aparezca, habitualmente su inicio es poco claro y se puede iniciar por síntomas corporales, de los llamados somáticos ( o somatiformes), que hacen pensar a la persona que está enfermo de algo diferente a la depresión, dolores de cabeza, espalda, sensación de piernas y brazos pesados, fatiga, decaimiento, pueden ser síntomas iniciales de la depresión. Posteriormente pueden aparecer las ideas de tristeza, la rumiación de experiencias tristes, desagradables y embarazosas que se tuvo en el pasado, y entonces el paciente se aísla, se le dificulta el trato con los demás, se vuelve irritable, está constantemente con ideas de culpa por eventos del pasado o por situaciones en donde omitió tal o cual acción, etc.


La depresión no tiene una única causa. Son muchos los factores que desempeñan un papel, incluidos la genética, el entorno, el estado de salud, los sucesos de la vida y determinados patrones de pensamiento que afectan las reacciones de las personas frente a los acontecimientos.


Hay acontecimientos de la vida, como por ejemplo, la muerte de un familiar cercano o de un amigo, que pueden ir más allá del dolor normal y, a veces, llevar a la depresión.


También pueden aumentar las posibilidades de que las personas se depriman, determinadas condiciones sociales como la pobreza, la falta de hogar, la violencia en la comunidad, etc.


Aunque se considera una enfermedad común, es grave y la mayor parte de quienes la padecen necesitan tratamiento y ayuda para mejorar. Siempre hay que descartar cualquier otra posibilidad visitando a su médico habitual, ya que ciertos medicamentos y condiciones médicas, tales como virus o trastornos de tiroides, pueden provocar los mismos síntomas que la depresión y pueden confundirnos.

Muchas personas simplemente no se dan cuenta de que la depresión puede provocar muchos problemas o mucho dolor. Algunas veces, incluso las personas deprimidas no se toman su enfermedad con la debida seriedad. Creyendo que ésta puede deberse a su propia debilidad o un fallo en su carácter, etc, con lo que este tipo de creencias lleva a muchos a ocultar su depresión y sentir vergüenza, evitando contarlo y/o buscar ayuda.

0 comentarios

jue

07

feb

2013

EL HOMBRE Y LA HORMIGA

"Se fue a pique un día un navío con todos sus pasajeros, y un hombre, testigo del naufragio, decía que no eran correctas las decisiones de los dioses, puesto que, por castigar a un sólo hombre, habían condenado también a muchos otros inocentes. 


Mientras seguía su discurso, sentado en un sitio plagado de hormigas, una de ellas lo mordió, y entonces, para vengarse, las aplastó a todas. 


Se le apareció al momento Hermes, y golpeándole con su caduceo, le dijo: 


-Aceptarás ahora que nosotros juzgamos a los hombres del mismo modo que tu juzgas a las hormigas… "


Antes de juzgar el actuar ajeno, debemos juzgar nuestra propia conducta y forma de hacer las cosas, que normalmente si la analizamos nos daremos cuenta que no dista tanto de aquello a lo que solemos "criticar" de los demás.

 

1 comentarios

mar

05

feb

2013

TRANSICIONES

¿Crees que la crisis económica, sólo nos afecta en lo que se refiere al dinero? Definitivamente, NO. Los problemas que nos trae la crisis o que creemos que nos va a provocar en un futuro cercano, nos provocan estrés, angustia, tensión, temor, etc. Estas emociones hacen que nos irritemos fácilmente, nos pueden volver agresivos y nos pueden causar sentimientos de frustración, inseguridad, tristeza y/o depresión. Las crisis económicas, al igual que cualquier tipo de crisis y las emociones que las acompañan, nos provocan problemas en nuestra: salud, relaciones, autoestima y autoimagen, capacidad para tomar decisiones adecuadas, etc. De esta manera, la crisis económica puede provocar crisis en otras áreas de nuestra vida, en momentos en los que, de por sí, estamos agobiados. Emocionalmente nos afecta igual, el vivir la crisis como si estamos convencidos que la vamos a vivir, aunque al final, esto no suceda. 



Las transiciones son períodos en la vida de una persona por los cuales todos en un momento u otro, pasamos. Éstas conllevan a crisis, así como también los incidentes inesperados. Ambas situaciones provocan una reacción emocional, caracterizada por una desorganización, la cual se manifiesta por la incapacidad de la persona de enfrentar y solucionar —con los recursos acostumbrados— la nueva circunstancia que enfrenta. 


Son momentos en que uno siente desánimo, incapacidad de resolver el conflicto y una reducción de energías enorme. 


Una transición va de una pequeña cosa como estudiar para un examen y pasar un par de semanas con el estrés del estudio y la presión sacar una buena calificación, otras veces son transiciones más grandes como entrar a la universidad, entrar al mundo del trabajo o cambiar de trabajo, encontrar a nuestra pareja y empezar una nueva vida juntos, mudarse de ciudad, país o continente, tener familia y envejecer, casarse, así como enfrentar cambios imprevistos como perder un trabajo y la seguridad económica que eso conlleva, lidiar con un divorcio, enfrentar la perdida de seres queridos, etc 


Cualquier cambio se considera transición y conlleva un período de crisis en determinadas personas más o menos largo. 


Hay que pensar que el orden de nuestra vida ha sido quebrado, y volver a nuestro equilibrio habitual dependerá del tiempo que nos lleve recorrer las diferentes etapas por las que tenemos que pasar: shock, miedo, ira, vergüenza y posible desesperanza. 


Podríamos compararlo con peldaños a subir en una escalera, éstos nos llevarán al período de transición entre lo que nos sucedió , que ya forma parte de nuestro pasado aunque sea reciente, y la nueva identidad que tendremos que construir a partir de ahora. 


Éste, es un período variable para cada persona, pero es un tiempo en que nos centramos sólo en nosotros mismos mirando nuestro interior para clarificar nuestros pensamientos. 


Una vez que vamos recuperando parte de nuestra autoconfianza y el respeto por nosotros mismos, estaremos en condiciones de interactuar nuevamente en el mundo, aunque a veces nos parezca un poco “hostil”. 


El cambio será de una u otra manera en función de nuestra actitud ante el mismo, puedes negarlo o aceptarlo, pero no puedes evitarlo. 


"En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces".John H. Newman 


Vivir es cambiar, por lo tanto es inevitable, seamos o no conscientes, queramos aceptarlo o no, las cosas y la gente cambian. 


Ante estos cambios, nuestra forma "normal" de reaccionar (a la que estamos acostumbrados) ya no nos es útil, por lo que necesitamos buscar una nueva opción. 


Cambiar significa modificar nuestra conducta o forma de pensar ante una nueva situación. Aun sin darnos cuenta, lo que vamos viviendo va modificando nuestro carácter. Algunos aspectos se fortalecen, otros se debilitan y surgen nuevas conductas, formas de pensar, etc.

 

Las frases y comentarios: "Yo soy así y así he sido siempre", "es muy difícil cambiar", las escuchamos con mucha frecuencia. Pero si analizas tu forma de actuar en estos momentos y la comparas con la de hace 10 o 20 años, seguramente notarás la diferencia en muchos aspectos. 


Cada persona responde de manera distinta ante los cambios. De hecho, podemos actuar de cierta manera ante una situación nueva y de forma completamente diferente ante otra similar. Esto significa: recordar que nosotros podemos elegir la actitud que queremos tomar frente a él, reconocer nuestros miedos o preocupaciones para analizarlos y descartarlos o para resolverlos, recurrir a nuestras habilidades y fortalezas para examinar los posibles obstáculos y solucionarlos, tener presente que siempre podemos aprender y siempre podemos progresar. 


La manera de enfrentar el cambio, depende, en gran parte de nuestra autoestima. Cuando nos sentimos seguros y capaces, vemos el cambio como un reto o una motivación positiva. Cuando nos sentimos incapaces o poco valiosos, el cambio nos disgusta e incluso nos asusta. Depende mucho de aquello de lo que aprendimos durante la infancia o ante ciertas situaciones dolorosas. Pero siempre podemos aprender a enfrentarlo de manera positiva, aprendiendo de él y mejorando nuestra vida. 


Una autoestima alta, nos ayuda a solucionar la situación y a disminuir el dolor, una autoestima baja, aumenta nuestros problemas y el sufrimiento. Fortalece tu autoestima y vive mejor. 


"Desear que ser otra persona, es desperdiciar la persona que tú eres". 


Lo importante es no tenerle miedo y modificar las ideas y creencias falsas y nuestra forma de pensar equivocada, que han mantenido ese miedo. 


El adaptarnos a cambios en la vida es un proceso que lleva tiempo y que requiere paciencia, y que lo más importante es saber que tenemos la habilidad, el poder y el control de decidir cómo queremos sobrellevar los efectos de los cambios y transiciones en nuestras vidas. 

 

Si eres consciente de las próximas transiciones que estarás experimentando, estarás en una mejor posición para prepararte. La aplicación de estrategias útiles te ayudará entonces a manejar los cambios de una manera más efectiva. 


La capacidad del ser humano es infinita, a la hora de buscar nuestro propio bienestar. ¡Tú puedes conseguirlo!

 

9 comentarios

vie

01

feb

2013

LA FRESA

"Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

 

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. 


Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó: 

—¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío? 
—No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda." 



Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo. No hay posibilidad de que seas otra persona. Con lo cual hay que conformarse con lo que cada uno es e intentar tiempo al tioempo ir mejorando si en algún aspecto no estás conforme.

 

Podéis disfrutarlo y florecer regando vuestro propio amor  o marchitaros en vuestra propia condena...

 

0 comentarios

jue

31

ene

2013

LA ASERTIVIDAD

La asertividad es la habilidad de expresar tus pensamientos, sentimientos y percepciones, de elegir cómo reaccionar y hablar por tus derechos cuando es apropiado. Por ende es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular ni manipular a los demás. Esto lleva a elevar tu autoestima y a ayudarte a desarrollar autoconfianza para expresar aquello que desees a los demás.

Los comportamientos asertivos suponen saber defender las propias necesidades frente a las exigencias de los demás sin llegar a utilizar comportamientos agresivos o violentos. La asertividad está en medio de los comportamientos agresivos y pasivos o inhibidos.

Esta habilidad consiste en crear las condiciones que nos permitan conseguir todos y cada uno de los siguientes objetivos: eficacia (conseguir lo que uno se propone), no sentirse incómodo al hacerlo, ocasionar las mínimas consecuencias negativas para uno mismo, para el otro, y para la relación en situaciones en que se pone de manifiesto un conflicto de intereses, y en situaciones de aceptación asertiva, establecer relaciones positivas con los demás.

Existen tres tipos de conductas:

-      CONDUCTA PASIVA: consiste en no comunicar lo que se desea o hacerlo de una manera débil, con demasiada suavidad o timidez, ocultando aquello que realmente uno piensa. Una persona con esta conducta, no defiende sus propios derechos, por lo que respeta a los demás pero no se respeta a sí misma. "Lo que yo piense o sienta no importa”, "si digo lo que pienso los demás se molestarán conmigo"… Sus sentimientos suelen ser frecuentemente de frustración, impotencia, culpabilidad y baja autoestima, ansiedad y temor. Sus comportamientos son inseguros: vacilaciones, bajo volumen de voz, bloqueos y silencios. Cuando ya no puede más puede experimentar "explosiones" agresivas bastante incontroladas resultado de la acumulación de tensiones.

-      CONDUCTA AGRESIVA: la persona agresiva defiende sus derechos de forma excesiva, no respetando a los demás y frecuentemente generando conflictos por este hecho. Carece de habilidades para relacionarse con la debida "sensibilidad" o empatía. Sus esquemas mentales son del tipo: "Si no soy fuerte los demás se aprovecharán de mi", "Lo importante es conseguir lo que yo quiera"… Sus sentimientos suelen ser de enfado, sentimiento de injusticia, soledad y abandono, baja autoestima, frustración y falta de control. Contacto ocular desafiante, cara tensa, tono de voz elevado, interrupciones y habla tajante.

-      CONDUCTA ASERTIVA: consiste en poseer la habilidad para transmitir y recibir los mensajes de sentimientos, creencias y opiniones de una manera honesta, oportuna y respetuosa. Una persona asertiva es una persona con necesidades, con el deseo de expresar abiertamente lo que siente, piensa, honestamente. Sabe respetar a los demás sin dejar de respetarse a sí misma. No pretende entrar en el esquema de ganar o perder en la relación con los demás, sino en ¿cómo podemos llegar a un acuerdo favorable para ambos? Su manera de pensar es más racional, actuando de forma más adaptativa a su vida y circunstancias. Sus sentimientos son más estables y controlados que los de las personas pasivas o agresivas y derivado de todo esto su sentido de autonomía, autosuficiencia y autoestima es elevado. 

 

 

Aquí un ejemplo imagina que alguien te pide el coche y no deseas prestarlo:

  1. Conducta agresiva: "¡no me da la gana de prestártelo!"
  2. Conducta asertiva: "lo siento, pero no acostumbro a prestarlo"

Esto no quiere decir que cada cual seamos o tengamos un tipo de conducta determinado y ya, sino que todos tenemos en mayor o menor grado algo de cada tipo y que la ponemos en práctica en función de las situaciones y/o personas con las que interactuamos.

Para facilitaros la detección de conductas asertivas, os dejo unas características de dichas personas y conductas para que la identificación favorezca en vosotros esta habilidad.  

a. Respetarse a sí mismo: concebirse a sí mismo como un ser humano con energía limitada que necesita cuidarse.

b. Respeto por los demás: que los otros sean concebidos como seres humanos tratados con dignidad y respeto.

c. Ser directo: garantizar que los mensajes transmitidos sean los suficientemente claros, sencillos y precisos.

d. Ser honesto: la capacidad de comunicación se ve limitada cuando se niegan o se minimizan los verdaderos sentimientos y se recurre a la mentira.

e. Ser apropiado: tomar en cuenta no sólo lo que se dice o escucha, sino el contexto y el tiempo en que ocurre.

f. Control emocional: encauzar las emociones para que éstas no lleguen a niveles de intensidad que provoquen reacciones ineficientes.

g. Saber decir: depende del objetivo que se persiga y del proceso y la estructura del mensaje asertivo.

h. Saber escuchar: proceso activo que requiere un esfuerzo para comprender lo que los demás quieren transmitir.

i. Ser positivo: reconocer e informar a los demás que hay un intento por beneficiar y ayudar.

Existen causas por las que probablemente muchos de nosotros no tengamos desarrollada la asertividad. Puesto que las personas crecemos y somos educadas en un entorno determinado y muy diferente al resto, también tenemos un bagaje diferente en todo lo relacionado a cómo ver el mundo, vivirlo, salir adelante…

En ocasiones los padres o cuidadores han podido castigar comportamientos asertivos en el niño de manera directa con amenazas, reprobaciones, privaciones, o de manera indirecta  generándole una serie de normas o valores morales donde no está permitido ser asertivo ("los niños buenos no responden a sus padres"); quizás ha podido suceder lo contrario, no han castigado estos comportamientos, pero tampoco los han reforzado con lo que el niño no ha aprendido a valorarlos.

Otra posible causa sería que el niño no ha sido capaz de reconocer las señales de valoración de los demás por sus comportamientos asertivos (como las sonrisas o los gestos de simpatía o aprobación) por lo que no reconocerá el valor de desarrollarla. En otras ocasiones la persona obtiene más refuerzos por sus conductas pasivas/sumisas, con lo que es contraproducente para su desarrollo. Tal es el caso de la persona tímida y complaciente que con ello consigue: el apoyo, la atención y la protección de los demás, la consideración y aprobación como "bueno", "responsable" o "admirable".  El caso contrario también se hace latente, personas que obtienen más refuerzos por sus conductas agresivas: atención de los demás, sentir la satisfacción de ser superior a otros, conseguir lo que quiere. O simplemente que la persona no ha desarrollado habilidades sociales, por tanto, no sabe identificar cuáles son los comportamientos adecuados a cada momento o situación.

 

Te encuentres en el punto que te encuentres siempre se puede mejorar, APRENDE A DECIR NO DE MANERA ADECUADA Y SALDRÁS BENEFICIADO!!

                                                         

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


0 comentarios

mar

29

ene

2013

EL CAMBIO COMO OBSTÁCULO DE VIDA

El cambio suele ser un proceso que nos asusta, nos da respeto y en muchas ocasiones nos paraliza. Por tanto, tenemos que intentar vencer ese miedo y mejorar nuestra autoestima y nuestra vida. 

 

¿Te sientes amenazado ante el cambio? ¿Sientes que tu vida, puede estar fuera de tu control?

"No sobrevive el más fuerte de la especie, ni el más inteligente, sino el que mejor reacciona ante el cambio".

 

Lo importante es poder enfrentarnos al miedo y vencerlo. 

 

¿Cuántas veces te has encontrado en una situación molesta, difícil o dolorosa y no haces nada o casi nada para cambiarla? ¿Cuántas veces piensas que no hay nada que hacer o que es mejor no arriesgarse? Seguro que muchísimas y todo esto se debe al mismo miedo a cambiar, no importa el tipo de cambio que sea, todo lo que sale fuera de nuestra zona de confort, nos supone un gran esfuerzo junto con una gran incertidumbre. Por ello éste miedo es uno de los mayores obstáculos para mejorar nuestra autoestima y nuestra vida en general. Lo conocido nos da la impresión de seguridad y estabilidad, aunque estemos sufriendo y no estemos a gusto con la vida que llevamos.

 

Este miedo es el que impide que nos alejemos de relaciones o situaciones problemáticas y difíciles,  a la vez que nos hace quedarnos como estamos, sin darnos la oportunidad de luchar por nuestro bienestar. Tampoco nos permite trabajar para mejorar nuestra autoestima. A lo que viene la famosa frase….

 

 "Más vale malo por conocido, que bueno por conocer".

 

El miedo al cambio incluye el temor a fracasar, tener éxito, al compromiso, a perder ciertas cosas o privilegios, al rechazo, etc. Engloba muchos aspectos que la mayoría de veces no somos conscientes de todo lo que puede llegar a implicar.

 

He aquí algunos de los  motivos que nos impiden cambiar:

1.     Una autoestima baja, ésta se refleja en dos tipos de pensamiento: “No voy a lograr estar bien, porque no me lo merezco”, “No tengo la capacidad para resolver los problemas que surgen con el cambio o para hacer todo lo necesario para poder tener éxito”. 


2.     La posibilidad de perder la atención y el apoyo que recibimos de la gente que nos quiere ayudar o que "entiende" nuestros problemas.


3.      La creencia equivocada de que cambiar es ser inestable.

 

4.      El tener asociados los cambios con las crisis. Con situaciones externas que nos obligan a cambiar, sin desearlo o estar preparados para ello.


5.     La respuesta de la gente que nos rodea, que puede ser muy negativa. Nuestro cambio puede provocar angustia e incomodidad en algunas personas cuya respuesta puede ser de crítica o de rechazo. Pero no debemos tener esto en cuenta si fuera por los demás probablemente nunca haríamos nada!!.


6.     Pensamientos catastróficos y extremistas, sobre todo lo malo que el cambio va a traer. Cuando el propósito del cambio precisamente es todo lo contrario.

 

7.     El hábito erróneo, de valorarnos en función de lo que hacemos o tenemos. Por lo tanto, pensamos que si fracasamos, nuestro valor como personas disminuirá.


8.     La posibilidad de perder el control sobre nuestra vida y las circunstancias. La falta de control, aunque sea momentánea, nos causa angustia, por lo que tratamos de evitarla, aunque nos estemos equivocando.


Es normal sentir temor ante una situación desconocida, que puede amenazar nuestro bienestar. El problema surge cuando nos dejamos manejar por ese temor o lo "alimentamos" con una serie de pensamientos equivocados que no nos ayudan en nada.

 

Normalmente no es nada fácil cambiar, ya que además de los miedos y temores que nos lo impiden, nuestra forma de pensar y actuar está automatizada. Igual que automáticos son los pensamientos que mantienen nuestra autoestima baja y alimentan el miedo al cambio.

 

Muchas veces ni tan siquiera nos damos cuenta de dichos pensamientos, sentimientos y motivos de nuestras conductas, pero si el temor o el no querer hacer el esfuerzo nos mantiene en el mismo lugar,nuestra vida nunca será como la queremos. Y sólo nosotros podemos  mejorarla.


Al final todo se convierte en una rueda y una cosa limita e impide la otra y al revés…

 

Cuando lo que uno hace no da el bienestar deseado es el momento de actuar: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".

 

AHORA ES EL MOMENTO, ATREVETE A CAMBIAR Y SI SIENTES QUE NO LO PUEDES HACER TÚ SOL@, PÍDENOS AYUDA, TE AYUDAMOS A CAMBIAR, LLÁMANOS: 93 013 67 47 / 655 811 696

 

Y ¿TÚ? ¿QUÉ ELIGES??

 

0 comentarios

mar

08

ene

2013

PROPÓSITOS PARA EL AÑO NUEVO

Sólo ha pasado una semana del nuevo año, el anterior  que para muchos ha sido difícil y para otros no tan fácil. Y aquí seguimos, luchando por mantenernos atados a las cosas positivas de nuestras vidas y emocionándonos gracias a la excitante incertidumbre que siempre acompaña al devenir de los días.

 

Ninguno de nosotros sabe a ciencia cierta qué le deparará este nuevo año, pero lo que sí podemos conocer es qué pondremos de nuestra parte para seguir avanzando en este camino.

 

Muchas personas llenan de propósitos y planes las hojas en blanco de sus cuadernos, jurando y perjurando que “este año sí que sí”. Por desgracia, la enorme mayoría de ellos no acabarán de cumplir sus objetivos… ¿Por qué siempre pasa igual?

 

El principal error que cometemos al plantearnos unas metas para el año nuevo es que solemos ponernos el listón demasiado alto. Así, no es extraño escuchar frases como “el día 1 me quito de fumar” o “a partir de Enero, al gimnasio todos los días”. No nos engañemos. Lo que no hemos hecho en muchos años no vamos a solucionarlo en un día. Nada en esta vida funciona así.

 

Por eso, quisiéramos enfatizar la importancia del avance progresivo en lo que nos propongamos. Por ejemplo, si queremos perder peso, no es buena idea ponerse un plan para conseguirlo en poco tiempo, al igual que si vamos a hacer ejercicio tampoco será bueno tratar de hacerlo todos los días a tope.

 

Ten en cuenta este consejo: La línea de la vida es aquella en la que escribimos nuestro camino. Es como una carrera en la que de nada sirve esforzarse en los primeros metros si luego no vamos a tener fuerza para seguir corriendo. Por eso, date tiempo para conseguir las cosas, avanza despacio pero con paso firme en tus propósitos y no desistas porque un día no vayas al mismo ritmo que el anterior. Lo importante es no detenerse, y si lo haces, que sea para enorgullecerte del camino recorrido y soñar con una travesía aún mejor.

 

Lo que queremos decir con esto es que no pares nunca de crecer, de superarte y de mejorar como persona. Quizá ahí estén las verdaderas claves de nuestra existencia.

 


TE AYUDAMOS A AYUDARTE. LLÁMANOS: 655 811 696  info@centronanda.es

 

0 comentarios

mié

02

ene

2013

BIENVENIDOS AL 2013

Bienvenid@s al 2013!

Ahora que empezamos el año es el momento de pararnos a pensar en el año que acabamos de dejar e intentar reflexionar sobre todo lo que nos ha pasado, lo que hemos hecho bien, lo que no lo hemos hecho tan bien, aquello que hemos conseguido así como lo que tenemos pendiente conseguir, sueños cumplidos y todos aquellos por los que estamos dispuest@s a continuar y luchar, éstos son los más importantes, ya que tenemos que tener claro que cada día es una nueva oportunidad de conseguir todo aquello que deseamos.

Así que ánimo! y que todo aquello que quedó "pendiente" en el 2012 pueda seguir tirando adelante con  más fuerza y energía ene ste nuevo año que entramos.

Suerte!!


FELIZ AÑO!!!

0 comentarios

lun

31

dic

2012

LA IMPORTANCIA DE VIVIR EL PRESENTE

PARA ACABAR EL AÑO AQUÍ OS DEJO UN ARTÍCULO PARA LA REFLEXIÓN...  

 

 

“Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír"


¿Por qué llevas el peso de un ayer que lamentas, si ya no está en tus manos?

¿Por qué te angustia el temor de un mañana?

Dale a cada día la importancia que merece, el ayer... pasó, el mañana.... no llegó.  No te aferres al pasado, ni a los recuerdos tristes. De ahora en adelante, pon todas  tus fuerzas en construir una vida nueva, orientada hacia lo alto y camina de frente, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día, sin pensar en la noche que pasó. Vive bien el hoy que tienes en tus manos.  Los recuerdos desgastan la energía que tenemos disponible para vivir el presente.

 

Muchas veces vivimos buscando algo que ha de llegar, anhelando el momento en que ocurra aquello que esperamos que pase, la mayoría del tiempo nuestra mente está puesta en cosas que ocurran: que llegue la hora de plegar, que lleguen las vacaciones, que encuentre pareja, que tenga hijos…. No son situaciones reales sólo trucos de nuestra mente y nuestro ego para sobrevivir.

 

Aprende que la vida no es pasado ni futuro, la vida es cada segundo que respiramos, cada momento que reímos, cada momento que desperdiciamos sufriendo por el ayer y nos preocupamos por lo que quizá tenga que suceder.


Por eso cuando estés aferrado al ayer o tengas miedo de lo que pueda ser, recuerda que cada segundo es aquel que no ha de volver, como cada gota de agua que cae sólo una vez, como cada flor que crece y en otro momento florece, como el día de hoy que no mira hacia atrás para seguir adelante.

 

Observemos a los niños, no saben de pasado, ni de presente, ni de futuro. Es de día cuando ven luz, es de noche cuando hay oscuridad, no conocen los relojes. Viven, se entregan y en esa entrega minuto a minuto se sueltan, disfrutan el momento. No logran comprender a los adultos. A veces hasta nos miran extrañados. Nos ven correr, nos ven llorar, nos ven ansiosos… Y ellos; nos están enseñando y a su vez recordando que la vida es maravillosa si sabemos ubicarnos en el ahora, en este instante.

 

Pasado, presente y futuro, no son períodos en el tiempo, son períodos en la mente.      
Tenemos que comprender que nuestro tiempo, el único que vale, es el ahora... este momento...

 

El tiempo es una ilusión obsesiva que nos persigue a todos, nos llena la mente de cálculos, proyecciones y limitaciones. El verdadero tiempo es que el que marca nuestro interior, el que se vive a cada instante con plena conciencia.

 

La insatisfacción permanente nos impide gozar del presente.

Solo podremos gozar del hoy aceptando todo lo que hemos sido y hecho con las relaciones que hemos tenido. Para conseguirlo, uno debe perdonar y perdonarse, aceptar y aceptarse. De lo contrario no podrá vivir en el aquí y el ahora. Lo que hubiera podido ser y no fue ya no se puede cambiar.

Cuando vivimos aceptando lo que somos, estamos en armonía. Somos plenamente conscientes y estamos conectados con todo nuestro potencial. Confiamos. Estamos abiertos a la vida sin resistirnos. "No ofrecer resistencias es la clave de acceso al mayor poder del universo", Eckhart Tolle.

Si nos damos cuenta y nos responsabilizamos de cómo estamos, de cómo somos, de lo que sentimos y de lo que hacemos, nos arraigamos en el hoy. Dejamos de buscar culpables. Escuchamos la intuición y la voz del corazón.

Nos preocupamos por el futuro, con una visión catastrófica que adelanta acontecimientos negativos: “¿y si sale mal? ¿y si me ocurre algo malo? ¿y si salgo a la calle y me atropella un barco?”. Tenemos miedo al rechazo, a fracasar, al qué dirán, miedo a tomar una decisión por si nos equivocamos, miedo a emprender por si nos arruinamos. Incluso existe el miedo al éxito: ¿y si no merezco lo que voy a conseguir? ¿y si luego lo pierdo? ¿y qué pensarán los demás?. Como nuestro cerebro va más rápido que nuestra percepción de la realidad, se trae cosas del pasado o se inventa cosas del futuro.

En general cuando nuestra mente se pierde en recuerdos y preocupaciones vivimos más amargados y nos despistamos más. Cuando vivimos en el presente somos más felices y productivos.

Probablemente existen preguntas que  deben estar rondando vuestra mente ¿pero, cómo lo hago? ¿qué es lo que tengo que hacer para cambiar mi programación mental, considerar al pasado y al futuro solo en su justa medida y concentrarme en el presente?

No hay que preocuparse es posible conseguirlo con paciencia y tiempo.

Tenemos que concentrarnos en nuestras acciones, preguntándonos siempre si lo que estamos haciendo nos está ayudando a forjar lo que queremos lograr. Hay que observar y observarnos a nosotros mismos todo el tiempo para lograr un plena conciencia sobre el presente.

• Borra la programación del tiempo de tu mente. Libérate de esta ilusión que solo crea angustia. Que tu tiempo esté marcado por tu ritmo interior y por la riqueza que encierra cada instante dentro de sí.

• Ordena tu mente y recupera tu conexión con el universo, te ayudará y brindará la energía necesaria para centrarte en el momento ahora.

• No asumas responsabilidades a largo plazo , empieza por las más inmediatas.

• Piensa que el AHORA es el lugar de donde brota la fuente de la vida. Cada instante es una posibilidad infinita, disfrútala!!

• Asume tu presente tal y cómo es, te guste la situación en la que te encuentres o no. Piensa que el presente es así porque no puede ser de otra manera.

• Al asumir tu presente tal y como es, tendrás la visión necesaria para aprovecharlo y darle un giro a la medida de tus necesidades.

• Somos parte de un todo, considera que todos los hechos y sucesos se encuentran siempre conectados de alguna manera.

• Cuando asumes el presente, estas asumiendo también la vida, y esto te proporciona poder, visión e inteligencia.

Por lo tanto, vive a plena conciencia cada instante, vive el presente. 

 

0 comentarios

lun

24

dic

2012

FELICES FIESTAS!!!

0 comentarios

mié

19

dic

2012

¿Te atreves a soñar?

Mensaje muy bonito y enriquecedor que ayuda a seguir adelante y nunca abandonar tus sueños, que son lo suficientemente impoortantes como para considerar que la vida tiene sentido, 

 

Disfrutad!!!

 

 

Leer más 1 comentarios
Aviso legal | Política de privacidad | Política de cookies | Mapa del sitio
C/ Mont blanc, 37-39, 08207 Sabadadell. Telf: 93 013 67 47 / 655 811 696
Inicia sesión Salir | Editar
  • Volver arriba
Cerrar
Esta página web utiliza cookies. Las cookies mejoran la experiencia del usuario y ayudan a mejorar esta página. Al continuar navegando por esta web, estás aceptando nuestra política de cookies. Más detalles aquí: política de cookies Sí